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Diferencia entre dolor emocional y dolor psicológico


Dolor emocional y Dolor psicológico: En función de su origen, y aquí ya entramos en el objeto de este Blog, el dolor puede ser físico, emocional o psicológico. El dolor físico es una sensación que nos indica que hay un daño real en alguna parte del cuerpo, puede ser consecuencia de un traumatismo, una herida, una inflamación o una enfermedad. Por ejemplo, una rotura muscular o un dolor de muelas. El dolor emocional es una experiencia subjetiva en la que la persona tiene una herida psíquica que nadie ve, pero que provoca un gran sufrimiento, en ocasiones mayor que el sufrimiento que provoca un dolor físico.


Las causas pueden ser externas, como la pérdida de un ser querido, rupturas y desengaños amorosos, peleas y conflictos con seres queridos, un cambio de ciudad, el despido de un trabajo, etcétera.

O pueden ser internas, como alguna psicopatologías, la sensación de pérdida de capacidades, la percepción de un fuerte deterioro físico, la aparición de una enfermedad grave, errores en la gestión de nuestros pensamientos interpretaciones, etcétera. Independientemente de la causa, puede tener su origen en no saber gestionar las situaciones o por no disponer de recursos psicológicos de afrontamiento adaptativos y resilientes.


Requiere un tratamiento específico de psicoterapia de apoyo, de entrenamiento un procesamiento resiliente, terapia cognitiva y en ocasiones, tratamientos específicos para el estrés postraumático. Y su característica principal es que los tratamientos farmacológicos suelen ser poco efectivos.

El dolor psicológico puede parecer lo mismo que el dolor emocional, pero no lo es.

El dolor psicológico es el que tiene como base una alteración de las ramas simpáticas del sistema nervioso autónomo, es decir, sufrir ansiedad. Yo explico este tipo de dolor con una ecuación, la ansiedad es al sistema psíquico, lo que el dolor es al sistema físico. Es decir, el dolor físico nos avisa que algo no va bien en nuestro organismo y la ansiedad nos avisa que algo no va bien en nuestro sistema psíquico. Aunque puede ser tan intenso como el dolor emocional, su abordaje terapéutico es más sencillo, ya que responde muy bien a los fármacos ansiolíticos y a la terapia cognitiva.



Ahora voy a intentar definir más claramente el dolor emocional.

¿Que es y cuáles son sus causas? Podemos denominar dolor emocional a toda aquella sensación de sufrimiento interno generado a nivel psicológico sin que exista ningún motivo o lesión física. Las causas del dolor emocional son puramente psicológicas y generalmente se asocian a algún tipo de experiencia estresante o aversiva de origen, generalmente, ambiental, como la pérdida de un ser querido, rupturas y desengaños amorosos, peleas, conflictos con seres queridos, una situación de ruina económica, la pérdida del hogar, ya sea por una catástrofe o una situación de guerra. Aunque también puede deberse a ciertas vivencias e interpretaciones que provengan de nosotros mismos, como cierto rasgo de personalidad, algunas psicopatologías, la aparición de una enfermedad grave, crónica o incluso terminal, o procesamientos erróneos que generen desesperanza, miedos, o un fuerte vacío existencial.


Existe una cantidad prácticamente ilimitada de situaciones externas-internas, que pueden generar este sufrimiento, que en ocasiones puede llegar a ser insoportable.

Al igual que el dolor físico, el dolor emocional es útil y adaptativo, ya que permite que evitemos situaciones dolorosas, o que utilicemos nuestros mecanismos adaptativos en situaciones críticas. Sin embargo, el dolor emocional pierde su capacidad adaptativa cuando se convierte en un sufrimiento de gran intensidad, permanente o prolongado en el tiempo, y supera nuestras capacidades y recursos personales del restablecimiento del equilibrio psicológico.


Como ya he dicho, el dolor emocional aparece sin que exista ninguna lesión física, es un tipo de padecimiento puramente psíquico, no sujeto a la presencia de una enfermedad médica, o a causa de algún tejido u órgano deteriorado o leccionado. Sin embargo, lo cierto es que según la teoría de "la puerta de control" y "la teoría de la neuromatriz", el dolor emocional y el físico están vinculados de forma que un dolor emocional muy intenso prolongado en el tiempo puede llegar a provocar una sintomatología física, es decir, se puede somatizar el sufrimiento emocional..

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